Protección de las mascarillas quirúrgicas en espacios cerrados. Mitos y hechos científicos comprobados.

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Las mascarillas son el símbolo de la lucha contra la pandemia de coronavirus que acecha al mundo entero desde principios del 2020. 

Mucho se ha hablado sobre este accesorio médico que ahora usamos todos, pero la realidad es que se ha convertido en un instrumento de vital importancia para nuestra vida.

Es que el virus se contagia, sobre todo, a través del contacto con las gotas respiratorias que se generan cada vez que una persona infectada tose, estornuda o simplemente habla, por lo que cubrirse la boca y la nariz es fundamental para no contagiarse o tener una infección.

Es importante tener en cuenta que debemos utilizar la mascarilla en espacios públicos y cerrados, siempre que así lo indiquen las autoridades indicadas, a excepción de cuando estamos en nuestra casa (a menos que vivamos con una persona que está atravesando la enfermedad).

¿Nos protegen las mascarillas quirúrgicas? ¿Nos preservan realmente contra el coronavirus? ¿Cómo debemos usarlas para evitar contagiarnos? ¿Qué nivel de protección brindan en ambientes cerrados? 

¡Aquí intentaremos responder a todas tus dudas! 

Sí, a más de un año de iniciada la pandemia ya no hay dudas de que las mascarillas quirúrgicas protegen del COVID-19. 

Estos accesorios son capaces de cubrir la boca y la nariz. Están fabricados con sustancias de polipropileno, un material que asegura una óptima capacidad para filtrar partículas del aire. Además, es clave que la mascarilla esté elaborada con tres capas diferentes, para que sea un accesorio realmente eficiente. En el caso de las mascarillas quirúrgicas de Cume, usamos los siguientes materiales; 3 capas en total. 2 capas de TNT Spunbond 100% PP de 40 y 25 g. + capa central de Meltblown 100% PP de 25 g.

Es importante tener en cuenta que las mascarillas quirúrgicas protegen contra las gotas de saliva (que se suelen desprender después de toser, estornudar o hablar). 

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Tipos de mascarillas quirúrgicas

Existen tres tipos diferentes de mascarillas quirúrgicas homologadas:

  • Tipo I: tienen protección respiratoria de una dirección y eficacia comprobada del 95% contra bacterias. Son desechables y económicas.
  • Tipo II: mismas características que las de tipo I, pero con un mayor porcentaje de filtración bacteriana (98%).
  • Tipo IIR: se diferencian del resto porque son resistentes también a salpicaduras de sangre y otros fluidos corporales que puedan estar contaminados. Este modelo es de los más utilizados por el personal sanitario. En Cume, son artículos muy demandados tanto para el usuario particular como para el profesional, el personal de fábrica y/o oficinas. Disponibles en 3 colores y personalizables con el nombre del negocio. (ver mascarilla quirúrgica Cume).

De esta forma, ya sabes cuánto protegen las mascarillas quirúrgicas. Profundizamos este tema en el artículo sobre los Tipos de Mascarillas quirúrgicas

¿Por qué elegir una mascarilla quirúrgica?

Hay varios motivos que invitan a elegir una mascarilla quirúrgica para protegernos contra el coronavirus. En primer lugar, porque todos tienen una gran capacidad para filtrar las partículas del aire. Además, estos tapabocas no presentan ninguna complicación al momento de usarlos y son de los más cómodos del mercado actual. Por último, y no menor, son accesorios económicos.

¿Qué normas se aplican a las mascarillas quirúrgicas?

La normativa europea EN 143 es la que ha clasificado a las mascarillas quirúrgicas según su capacidad de filtración (P1, P2 y P3, respectivamente).

Las mascarillas quirúrgicas de Cume, cumplen las siguientes normativas y certificaciones:

> Reglamento 2011/10/CEE. Referido sobre los materiales plásticos destinados a entrar en contacto con los alimentos, estudiando sus límites de migración. 

> ISO 10993-10:2010. Evaluación biológica de productos sanitarios. Parte 10: Ensayos de irritación y sensibilización cutánea.

> Certificación AENOR (Referencia: 46511/21/626)

Cómo usar correctamente y sacarles más provecho a las mascarillas

¿Cómo protegen las mascarillas quirúrgicas? Es una de las primeras preguntas que nos hicimos todos al inicio de la pandemia. La realidad es que, al margen del tipo de tapabocas que escojamos, la respuesta tiene mucho que ver en cómo usamos la mascarilla.

De todas maneras, ponerse la mascarilla no supone ninguna complicación. Lo primero a considerar es que debemos tener las manos limpias al momento de coger el cubrebocas y llevarlo al rostro.

A estas alturas, todos sabemos que el lavado de manos es, además de la mascarilla y la distancia social, es una de las máximas recomendaciones sanitarias. Tras 20 segundos en el lavamanos (el tiempo mínimo que hay que dedicarle a la higienización), es momento de coger este equipo de protección individual por las gomas y ponerlo en nuestro rostro. La mascarilla se debe poner de manera minuciosa y tienes que asegurarte que cubra desde la nariz hasta la boca.

Este punto es fundamental porque, a diario, vemos a mucha gente que se lo ponen debajo de la nariz. En estos casos, la mascarilla está mal puesta y, en consecuencia, hay riesgos de que el virus ingrese al organismo porque la nariz está completamente descubierta.

Otro aspecto clave que debemos tener en cuenta, es que el cubrebocas debe quedar bien sujeto a las orejas. Lo ideal es que no apriete (porque te va a dañar la cara), pero que tampoco quede algo suelta, porque corres el riesgo de que la mascarilla no proteja lo suficiente contra la proliferación de las gotas respiratorias. Además, se puede caer y ensuciar.

Por otra parte, desde que comenzó la pandemia del coronavirus, hemos escuchado una y otra vez a diversas entidades y profesionales de la salud recomendar que no nos toquemos la cara, especialmente los ojos y la nariz. En ese caso, mientras llevemos la mascarilla puesta, tampoco debemos hacerlo. 

Es importante considerar que, si por algún motivo el cubreboca está húmedo, ¡no te lo pongas! Esto disminuye considerablemente su capacidad de protección, cámbialo por uno nuevo.

Para quitarte la mascarilla, tienes que hacerlo sujetando por las gomas para evitar tocar la nariz o la boca. Por último, tras haber quitado el cubrebocas del rostro, lávate de nuevo las manos con agua y jabón.

Debemos tener presente que, siempre que estemos en un espacio cerrado (transporte público, oficina, restaurante), tenemos que llevar puesto el accesorio médico de protección, salvo contadas excepciones (para comer o beber, por ejemplo). Esta es la mejor manera de asegurarnos una máxima protección en este tipo de ambientes.

En resumen, ¡las mascarillas quirúrgicas te protegen del Covid 19 y debemos usarlas!

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